Generales Escuchar artículo

Cómo ven el dólar los industriales y por qué dicen que la Argentina está en “un momento bisagra”

La Unión Industrial Argentina (UIA) baja un mensaje: la Argentina se encuentra en un “momento bisagra” y las reformas laboral y tributaria son urgentes para empezar a mejorar la productividad....

La Unión Industrial Argentina (UIA) baja un mensaje: la Argentina se encuentra en un “momento bisagra” y las reformas laboral y tributaria son urgentes para empezar a mejorar la productividad. “Tenemos que dejar de correr atrás del dólar, como pasa en todos los países del mundo y trabajar en bajar los costos internos para ser más competitivos”, afirman Martín Rappallini, presidente de la central fabril, y Martín Cabrales, presidente de la 31° Conferencia Industrial que la entidad organizará el próximo jueves 13 de noviembre en el Centro de Convenciones Buenos Aires.

- ¿Cuál será la temática principal de la Conferencia Industrial?

- Martín Cabrales: la conferencia tiene el título “El futuro se produce hoy” y se realiza en un momento especial de la Argentina, de cambios y de posibilidades. Abrimos con una carta del Santo Padre donde el tema principal es justamente la industria y el trabajo. Luego, en los paneles, vamos a tocar los distintos puntos en los cuales viene trabajando la UIA hace mucho, como el nuevo contrato productivo. Dentro de eso, la reforma tributaria y la modernización laboral. Van a participar empresarios, industriales, equipos técnicos y el cierre lo hará un gran industrial número uno en la Argentina, como es Paolo Rocca. La apertura la hace el ministro de Economía Luis Caputo.

Martín Rappallini: en el Día de la Industria presentamos el nuevo contrato productivo, una propuesta no solamente al Gobierno sino también a la sociedad para poner en foco la competitividad y la productividad. Nosotros vemos que siempre hemos tratado de buscar atajos, o a través de un súper dólar o a través de la inflación, que era un proceso para escaparnos hacia adelante. La idea es que toda la sociedad, el Estado, los trabajadores, los empresarios, el sistema educativo, el sistema tecnológico, la infraestructura, todos trabajemos en conjunto para bajar el costo argentino, poner el foco en lo que significa la productividad y la eficiencia interna. Tenemos una sociedad que en todas sus cadenas de valor tiene puestas las distorsiones, los problemas macroeconómicos, el costo del dinero, los problemas impositivos. Los problemas están en cada etapa, en el transporte, en la producción, en la distribución, en la venta. Por eso planteamos este nuevo contrato productivo y la conferencia está inmersa de alguna manera en esta propuesta, donde vamos a hablar de la reforma fiscal, la modernización laboral, pero también de todo lo que está alrededor de la mejora de la competitividad y la productividad, que es la inteligencia artificial, el federalismo y la experiencia de distintas industrias en esta mejora permanente.

- ¿Ven que está más cerca de empezar ese camino, el de reducir el costo argentino?

- MC: ya estamos en ese camino. Esta conferencia viene como un momento bisagra de la Argentina. Nosotros somos industriales, sentimos la industria. Sabemos que somos parte de la solución, no hay país sin industria. Necesitamos estas reformas que el Gobierno viene a plantear. Se están alineando los planetas y en este momento bisagra queremos aportar. Donde hay industria hay mejor educación, cultura, un entramado social distinto. Eso se ve sobre todo en el interior del país. Estamos convencidos como industriales de que hoy es el momento para encarar las reformas necesarias y que la sociedad entera las apoye, porque a partir de ahí habrá más y mejor trabajo.

MR: es un proceso que tiene que llegar para quedarse. La sociedad empieza a entender que el orden macroeconómico significa ahorro, que el ahorro significa crédito, que el crédito después significa poder financiar una casa, un auto, una nueva fábrica. A veces, mucha gente dice “a mí de qué me sirve el orden macroeconómico”. No, bajar la inflación, tener ahorro va a generar las condiciones para que haya más inversión y más crédito para todos. También, trabajar en bajar los impuestos para quienes competimos con el mundo. En el sector industrial, competimos en calidad y en precio con el resto del mundo. No se puede pensar la industria sobre el concepto de aislarse. Claro que tenemos que nivelar la cancha, darles la posibilidad a todos los productores locales de igualar las condiciones con el resto del mundo.

La semana pasada participé de los 90 años del IRAM (el Instituto Argentino de Normalización y Certificación). Se creó en 1935, 10 años antes del de Brasil. La Argentina ya desde la década del 30 tenía una vocación industrial y una vocación de integrarse y competir con el mundo. Hay que tratar que la sociedad entienda que tenemos que ir a un país más competitivo y eficiente.

MC: En realidad todos nosotros somos competitivos dentro de nuestra fábrica, después salimos y tenemos una cadena, una mochila de piedra que acompaña . Lo que está haciendo el Gobierno es bueno, ordenando la macro y metiéndose de lleno ahora en una cirugía más fina. Sobre eso es que queremos que la sociedad tome conciencia.

- Como presidente de la UIA integra el Consejo de Mayo. ¿Cuánto consenso advierte para avanzar en las dos reformas?

- MR: en lo impositivo, la Argentina tiene una presión fiscal récord a nivel mundial para sector formal, de un 52%. Ahora, cuando vemos la recaudación sobre el PBI, está en torno al 28-30%. O sea, hay un 40% de informalidad. El objetivo de este proyecto es lograr una mayor formalización y que todos paguen, pero paguen menos. Así, el sector productivo es mucho más competitivo. Un dato: 1000 CUIT son el 50% de la recaudación de la Argentina. Y 10.000 CUIT son el 75% de la recaudación. Es un número muy concentrado. Hay que tratar que la base de la pirámide sea grande y de esta manera bajar los costos para que todos los sectores sean más competitivos.

- ¿Y cuáles son las mayores urgencias para la industria? ¿Ingresos brutos, impuesto al cheque?

MR: es toda una estructura. La prioridad tal vez es el impuesto al cheque e ingresos brutos en algunas provincias, pero también tenemos impuestos a la exportación que hay que sacar, ver si se pueden devolver impuestos internos, o tomar a cuenta de IVA los aportes para generar una mayor formalización. Hay que generar incentivos a la inversión, como hace todo el mundo, permitiendo una amortización acelerada.

MC: una de las peores competencias que tiene la industria, sobre todo la pyme, es la informalidad. Es peor que la importación, porque se da en lo impositivo y en lo laboral. La modernización laboral es darle más trabajo a la gente, trabajo calificado. Este sistema ha fracasado, es excluyente.

MR: y tiene malos incentivos, porque hay más incentivos a la litigiosidad que a la productividad. El trabajador está pensando más en darse por despedido que en buscar un mecanismo para producir mejor. Es cambiar el eje de cómo se manejan las relaciones laborales. También cambia la mentalidad del inversor, porque va a abrir más fábricas, más comercios. Es decir, la cadena es muy grande si se hace la modernización laboral. En la reforma impositiva tiene que haber una simplificación, a una pyme se le hace imposible con la cantidad de impuestos y tasas.

- En el tema laboral, ¿la litigiosidad es el primer punto en discusión? ¿O la negociación de convenios con mayor flexibilidad?

- MR: sí, también la ultraactividad, que hace que cuando no hay acuerdo sigue vigente el convenio anterior. Hay que tratar de modificar la ultraactividad para provocar un diálogo permanente entre el sector trabajador y la industria. Las propuestas, que todavía son confidenciales, diría que están tomadas de las relaciones laborales regionales. No hay nada que no esté plasmado en Uruguay, Brasil, Chile. Estamos reflejando las modalidades laborales que ha adoptado la región. La idea es poder llegar a un acuerdo, o por lo menos a lo que la mayoría entienda que son las reformas, para el 15 de diciembre entregar un paquete de leyes que puedan ser tratadas el año que viene en el Congreso y ojalá aprobadas, porque son realmente urgentes.

- ¿Cómo está la industria en cada uno de sus sectores en términos de actividad?

- MR: hubo dos etapas. Hasta julio había una recuperación heterogénea en tres niveles: algunos que habían recuperado mucho y aumentado, como el sector automotriz, motos, petróleo y minería; después un sector que había recuperado los niveles anteriores a 2022, como alimentación, farmacéutico; y luego los sectores que venían más rezagados, como textil, calzado, metalmecánica, materiales para la construcción, bebidas.

De agosto para acá, con la suba de las tasas de interés, hubo un freno que hasta el mismo Gobierno reconoce, y a cada sector le impactó según cómo venía. Entonces, a los sectores que ya venían caídos los afectó mucho más. La suba de la tasa de interés les impacta a las empresas y tiene un efecto psicológico en el sentido de demorar consumo. Esperamos que, con el resultado de las elecciones y el cambio de expectativas se empiece a reactivar en la última parte del año. Es importante que bajen las tasas para que haya crédito al consumo Cuando baja la inflación, el motor más importante es el crédito.

- ¿Cómo ven el tipo de cambio y el esquema de bandas? ¿Creen que habrá que abandonarlo, como plantean muchos economistas?

- MR: lo que uno escuchaba de los economistas en julio, cuando el dólar estaba a $1200/1300, era que el dólar de equilibrio a fin de año sería $1500. Ahora que está a $1500 quieren que sea otro valor. En la Argentina tenemos que dejar de correr atrás del dólar, como pasa en todos los países del mundo. En Brasil, México, están todo el día trabajando en bajar los costos internos para ser más competitivos. Hay que tener, por supuesto, un dólar de equilibrio, tampoco podemos tener un dólar con el que las cosas cuesten más caras. Estamos en un nivel de dólar con el que hay que ponerles foco a las reformas.

MC: lo más importante es tener previsibilidad y políticas de mediano y largo plazo. El tipo de cambio es relativo. Me parece que tenemos que hablar más sobre las medidas que tenemos que tomar que sobre el tipo de cambio.

MR: hay que evitar el atajo. Tuvimos épocas con un tipo de cambio súper alto y en vez de tomar conciencia de que había que aprovechar el momento para hacer las reformas y mejorar la productividad, duplicamos los impuestos porque el tipo de cambio lo permitía. La realidad es que, de una vez por todas, hay que trabajar sobre la competitividad y la productividad interna, como hacen todos los países. Ese es el objetivo que tenemos como industria.

- Reiteraron la frase “nivelar la cancha” y hablaron sobre las importaciones. ¿Cuál es la posición al respecto?

MR: tenemos una posición equilibrada. Estamos preocupados, por ejemplo, por el contrabando, por el dumping, porque hay conductas de ese tipo a nivel global. Lo vamos siguiendo, pero el foco es nivelar la cancha. Por un lado, ver lo que es competencia desleal, y por el otro, trabajar en la competitividad. Es lo que hacen los demás países. Trabajan, se integran, importan, exportan. Ser un país normal.

MC: no tenemos ninguna posición extremista, no estamos cerrados, estamos abiertos. Lo que sí, en condiciones de igualdad. La industria es muy competitiva si le sacan las piedras de la mochila de las que hablábamos antes.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/economia/como-ven-el-dolar-los-industriales-y-por-que-dicen-que-la-argentina-esta-en-un-momento-bisagra-nid09112025/

Comentarios
Volver arriba