Cristina Kirchner y Bolsonaro: dos prisiones, dos realidades
Como era previsible, la prisión domiciliaria que cumple en su departamento en el barrio porteño de Constitución no ha logrado mantener a Cristina Kirchner alejada de la campaña que el peronismo...
Como era previsible, la prisión domiciliaria que cumple en su departamento en el barrio porteño de Constitución no ha logrado mantener a Cristina Kirchner alejada de la campaña que el peronismo fragua en busca de una victoria en las futuras elecciones legislativas.
Fue así que la expresidenta y titular del Partido Justicialista se hizo presente en un plenario peronista realizado en Quilmes a través de un mensaje de voz que envió a la intendenta quilmeña, Mayra Mendoza, instando a la militancia a salir a las calles en apoyo de las listas partidarias para las elecciones bonaerenses de septiembre próximo. Ya había pronunciado discursos para los seguidores concentrados hace semanas en el Parque Lezama.
La conducta de la expresidenta y las condiciones de su detención contrastan notablemente con las de otro dirigente político, Jair Bolsonaro, detenido en Brasil y sujeto a un proceso judicial por haber liderado un intento de golpe de Estado contra el presidente Lula da Silva.
La justicia local estableció que Cristina Kirchner cumpla pena a 6 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por defraudar al Estado al direccionar las obras viales de Santa Cruz en favor de Lázaro Báez, dictada en la causa Vialidad. Y que, por ello, debe cumplir las siguientes exigencias:
· Permanecer en el domicilio fijado, obligación que no podrá quebrantar salvo en situaciones excepcionales de fuerza mayor, que deberá justificar debidamente.
· Cumplir la condena en su domicilio, con monitoreo electrónico.
· Pedir y obtener la autorización del tribunal, sin excepción, si requiriera salir de su casa.
· Abstenerse de adoptar comportamientos que puedan perturbar la tranquilidad del vecindario.
· Que las personas que integran su grupo familiar, custodia policial, médicos que la tratan y abogados que la representan podrán acceder al domicilio donde cumple pena de prisión sin necesidad de autorización judicial.
· Que cualquier otra persona que no esté en el listado presentado deberá pedir permiso al tribunal para ingresar al domicilio y explicar los motivos del acceso.
Bolsonaro, en tanto, ha sumado restricciones a partir de principios de 2024 cuando las autoridades policiales le confiscaron su pasaporte. Actualmente está vigilado las 24 horas a través de una tobillera electrónica. En su caso:
· Puede circular libremente, aunque con restricciones: por las noches (de las 19 a 7) debe estar en su casa.
· No puede tener contacto con embajadores extranjeros ni acercarse físicamente a ninguna embajada.
· Tampoco puede usar redes sociales ni mantener contacto con sus hijos, el diputado Eduardo Bolsonaro y Carlos Bolsonaro (la prohibición incluye a las transmisiones, retransmisiones o publicación de audios, videos o transcripciones de entrevistas en cualquiera de las plataformas).
Luego de la publicación en sus redes sociales de entrevistas concedidas en los últimos días a la prensa, Bolsonaro fue advertido por el juez del Supremo Tribunal Federal de Brasil, Alexandre de Moraes, sobre la posibilidad de decretar su prisión inmediata por violar la prohibición de manifestarse en redes sociales. Dicha razonable limitación no ha sido contemplada en las condiciones de detención fijadas para la expresidenta argentina, quien hace un uso ilimitado de las redes.
Ambos detenidos se presentan como víctimas políticas censuradas y sostienen que sus procesos, que concluyeron con sus detenciones, han estado viciados. Cristina Kirchner intentó desacreditar el proceso presentándose como una víctima del lawfare. Oculta la palmaria prueba de que, a lo largo de nueve años, una quincena de magistrados intervinieron en la causa Vialidad, la mayoría designados durante el propio gobierno de los Kirchner, y que ninguno rechazó la pena por administración fraudulenta que recayó en su contra.