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Dos Werther muy diferentes para una historia de amor única y eterna

Dos elencos notables. Uno francés y otro mexicano, cada uno con el brillo propio de sus intérpretes, para mostrar dos maneras de contar la historia del melancólico poeta suicida: Werther de Jule...

Dos elencos notables. Uno francés y otro mexicano, cada uno con el brillo propio de sus intérpretes, para mostrar dos maneras de contar la historia del melancólico poeta suicida: Werther de Jules Massenet según la novela epistolar de J.W. von Goethe, Las Penas del joven Werther. Hecho asombroso de la historia de la música por el cual, las grandes óperas que se escribieron sobre la base de textos de Goethe, fueron compuestas no en alemán sino en francés y el Werther (junto al Fausto de Gounod), es un acabado y exitoso ejemplo de tal fenómeno en la cumbre del drama lírico.

Dos versiones diferentes para la misma producción. Así se presenta en este diálogo con los protagonistas —el francés Jean-François Borras y el mexicano Arturo Chacón-Cruz—, los directores musical y escénico —Ramón Tebar y Rubén Szuchmacher— y LA NACION. Una nueva puesta de la ópera que a partir del domingo y a lo largo de ocho funciones, con una fecha exclusiva para jóvenes de hasta 30 años, revivirá en el Colón una de las creaciones francesas más emblemáticas del género. La romántica muerte por amor en una dimensión musical extraordinaria.

El apogeo del Romanticismo

“Werther es una obra de plena madurez compositiva con una orquestación sofisticada y unos matices de gran modernidad. La minuciosidad con la que Massenet escribe las dinámicas, los cambios de tempo y los contrastes lo ubica en el apogeo del Romanticismo —señala el maestro español los valores que hacen de la partitura y su intensidad, un verdadero drama—. Utiliza el saxofón que es algo avanzado para la época y estamos hablando de 1880 cuando Puccini ni siquiera había comenzado. Si bien se ha llegado a decir que Massenet es el Puccini francés, por los años que los separan, a mí me gusta decir que Puccini es el Massenet italiano.”

Hablando de Romanticismo, Szuchmacher comenta que lo motiva la relación entre la obra literaria y su romanticismo original, con la obra operística cien años después. “Hay una contundencia musical que sostiene esa pasión y me gusta el planteo que diferencia la pasión del amor, que no son lo mismo.”

Una epidemia de soledad

Para Arturo Chacón-Cruz : “Werther es una ópera impresionantemente bella y actual. Hay estudios que reflejan que 7 de cada 10 hombres no tienen con quien compartir un secreto o lo que están sintiendo en sus vidas. Vivimos un tiempo que es una epidemia de soledad y ese drama está representado en esta ópera y en las cartas de Werther. Son esos sentimientos, la soledad y la tristeza, que podemos despertar con la música en vivo, con una orquesta muy potente, con las experiencias y vibraciones a flor de piel que provoca la voz humana, aquí en dos elencos fuertes”.

“Así planteado—continúa Jean-François Borras, tenor que estrena la producción en lo que será su debut en el coliseo porteño—, el tema de la soledad es muy actual. Desde que el libro se publicó, los jóvenes advirtieron que están cerca de esa historia tan fuerte donde la vida se plantea en blanco y negro. No hay grises posibles en Werther y por eso su única opción es la muerte.”

Y la propuesta escénica coincide con la lectura profunda y presente de Chacón-Cruz conectando con la existencia contemporánea. “Hay espacios vastos y despojados—agrega Szuchmacher, autor de la regie—. Unas mesas, una iglesia al fondo y un cuerpo vestido de negro ¡Es el colmo de la soledad! y por eso no hemos recargado el escenario. Porque queremos que los personajes se sientan perdidos en el espacio, que el dispositivo de escena permita que se escuche la música, que lo visual no supere lo sonoro y que esa orquesta increíblemente inmensa, pueda desplegarse en ese vacío.”

Considerada una “puesta tradicional”, los cantantes agradecen la estética que les permite expresar los sentimientos de una manera más orgánica a tono con la trama. “Porque en lugar de estar vestidos de cualquier otra cosa —aclara Chacón que estrenó el rol en Moscú hace 15 años y desde entonces lo ha interpretado con éxito en todo el mundo—, teniendo que agregarle una caracterización vocal, actoral y espiritual diferente de lo que la historia requiere, aquí somos hombres reales que sentimos y sufrimos el drama.”

Dos versiones para una puesta

Lejos de aspirar a la homogeneidad musical entre ambos elencos, la régie decidió poner de relieve las características vocales distintivas de cada tenor, proponiendo con ello dos versiones opuestas.

“Una es más sutil, velada y misteriosa —describe el director—. La otra más apasionada, poderosa y expansiva. En la concepción de Borras, que como francés tiene un color característico, delicado e intimista, hay una ductilidad para el rango de los pianísimos. Arturo, que es mexicano, brinda un sonido latino, con más carne, pasión y color italiano. Y las dos Charlottes que empastan con el timbre de cada tenor —puntualiza Tebar en este regreso al Colón, otra vez con una ópera francesa tras dirigir Los Pescadores de Perlas de Bizet en 2022—. Mi reto es que los matices no sean un capricho y que la orquesta se mantenga flexible para cooperar con las voces y los temperamentos de esta ópera fabulosa de la que, si tengo que elegir un solo momento, me quedo con el dúo del adiós, esa despedida cuando le dice: Es contigo o sin ti es morir. Y prefiero morir”.

En lugar de los clásicos títulos de Elenco 1 y Elenco 2, Szuchmacher prefirió reemplazar números por gentilicios para evitar jerarquías que no existen. “Nunca los mezclé en los ensayos para que cada elenco encontrara su manera. Y a ninguna le impuse la del otro. El espacio, el vestuario y la forma de contar son los mismos, pero como la construcción depende de cada Werther, es notable cómo los resultados difieren”.

Jean-François —la voz típica para el repertorio francés— explora los registros más melancólicos del héroe romántico. “Werther hace uso de las metáforas, es introspectivo, poético y ensimismado. Es amable pero extraño. Es un hombre raro que no encaja con el entorno ni la realidad.”

“En mi caso —añade Arturo—, soy temperamental, tengo una personalidad vehemente y me emociono con todo. La temperatura me sube fácil. Soy expresivo y hablo con las manos. Es decir: una conjunción de cosas que no van con la manera contenida y mesurada de Goethe. Lo escucho a Jean- François y son maravillosas las expresiones finas de sus pianísimos. Me encantan. Pero mi capacidad vocal es otra. Voy del forte al fortissimo y en ese volumen encuentro la dulzura. Otro tipo de dulzura. Porque cuando estoy en el ruedo ¡voy al ruedo! Y adoro la poesía y el juego de palabras, la naturaleza y las metáforas que usa Werther según los grados de sus manías. Ese personaje extremadamente sensible que va a los extremos y a las dobles intenciones. Como cuando dice simplemente: Es solo levantar el telón y pasar al otro lado. Es eso morir. Y muere.”

AGENDAWERTHER Nueva Producción Teatro Colón

Ópera en cuatro actos (1892). Música de Jules Massenet. Libreto en francés de Blau, Milliet y Hartmann, basada en la novela epistolar Las penas del joven Werther, de Johann Wolfgang von Goethe. Dirección musical: Ramón Tebar, Puesta en escena: Rubén Szuchmacher, Fotografía y vestuario: Jorge Ferrari, Iluminación: Gonzalo Córdova. Orquesta Estable del Teatro Colón. Coro de niños (dirección: Helena Cánepa). Principales intérpretes: Jean-François Borras y Arturo Chacón-Cruz (Werther), Annalisa Stroppa y María Luisa Merino Ronda (Charlotte), Jaquelina Livieri y Constanza Díaz Falú (Sophie), Alfonso Mujica y Sebastián Angulegui (Albert), Cristian De Marco y Gustavo Gibert (El Alguacil) y elenco.

Estreno: Domingo 24 a las 17 hs

Próximas funciones: 26, 27, 28, 29, 31 de agosto y 2 de septiembre

Función exclusiva para menores de 30 años. Miércoles 3 de septiembre

Teatro Colón

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/autos/tendencias/dos-werther-muy-diferentes-para-una-historia-de-amor-unica-y-eterna-nid22082025/

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