El Gobierno se entusiasma con el “cambio de rumbo” de Bolivia y se habla de “una nueva relación”
Mientras trajinaban sus teléfonos para definir las listas de candidatos para octubre, desde el gobierno de Javier Milei observaron con especial atención la ...
Mientras trajinaban sus teléfonos para definir las listas de candidatos para octubre, desde el gobierno de Javier Milei observaron con especial atención la elección presidencial del domingo en Bolivia.
Además de celebrar el éxito de dos candidatos más afines ideológicamente, el centrista Rodrigo Paz y el expresidente Jorge “Tuto” Quiroga, que disputarán el balotaje en dos meses, en la Casa Rosada y la Cancillería festejaron sin declaraciones públicas la debacle del partido gobernante, el MAS, enrolado en la Patria Grande, que quedó afuera de la segunda vuelta, con sus principales referentes-el ex presidente Evo Morales, que llamó a la abstención, y el actual, Luis Arce-golpeados por el resultado electoral luego de dominar durante 20 años la política del país vecino.
Fuera de micrófono, y amparados en el principio de “no injerencia” en asuntos de otros países, desde la Casa Rosada y el Palacio San Martín se esperanzaban por lo bajo con una “nueva relación” con Bolivia, luego de más de un año y medio de áspera convivencia entre los gobiernos de Milei y Arce.
“Es una elección importante y da toda la impresión de cambio de rumbo. Habrá que esperar la segunda vuelta, pero parecería definida por la sorpresa de Paz”, evaluó un importante integrante el elenco oficial, que también remarcó la “tranquilidad” con la que se llevó adelante la elección, a pesar de que Evo Morales llamó a sus partidarios a abstenerse de ir a las urnas. Una actitud que, desde el propio kirchnerismo, no dudaron en tildar de “autodestructiva”, sin entrar en mayores detalles.
“Hay mucho de la impronta del gobierno de (Jaime) Paz Zamora en su hijo”, comentaron desde el Gobierno, en relación a Rodrigo Paz, que terminó primero en la vuelta inicial, hijo del dirigente conservador que gobernó Bolivia entre 1989 y 1993, en coincidencia con el primer gobierno de Carlos Menem. Para la Casa Rosada, el triunfo de Paz o de Quiroga reflotaría las chances de sumar un aliado, en un contexto regional con mayoría de gobiernos progresistas como Brasil, Uruguay o Chile.
Sin demasiado contacto previo con la sorpresa de la elección, en el Gobierno prefieren esperar hasta la segunda vuelta, el próximo 19 de octubre, y no definir una preferencia, en el contexto de una pelea entre dos candidatos afines, aunque algunos temas ríspidos comenzarían a despejarse con el cambio de gobierno, cualquiera sea el ganador.
Una de ellas, que preocupa particularmente al Gobierno, son los acuerdos en Defensa y Seguridad firmados por el gobierno de Arce con Irán, país acusado por la Justicia por los atentados a la embajada de Israel y la AMIA. El acuerdo con Teherán, enemigo de Israel, uno de los principales aliados del Gobierno, viene siendo criticado con dureza por el gobierno libertario.
En abril de 2024, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich expresó su preocupación por la firma de ese acuerdo con Teherán, y sostuvo que el acuerdo “permitió la presencia de miembros iraníes de las fuerzas Quds, que son fuerzas combatientes e integran las ramas armadas de Irán, en el territorio. Estamos investigando si hay personas que no hablan español y que tienen pasaporte boliviano”, dijo Bullrich.
A través de su Cancillería, el propio Arce afirmó que “estas acusaciones carecen de evidencia o documentación y se realizan sin fundamento alguno”. La cancillería boliviana resaltó que observa “con preocupación una campaña que busca generar confrontaciones entre Estados, gobiernos y pueblos latinoamericanos”. Después de la elección de ayer, en el Gobierno ven “un debilitamiento de la izquierda” en el país vecino y se esperanzan con que el nuevo gobierno de Bolivia deje sin efecto ese acuerdo.
Desde el macrismo, en tanto, expresaron sus preferencias por Quiroga, que tiene un estrecho vínculo con el expresidente Mauricio Macri, ya que ambos integran foros internacionales como el grupo Libertad y Democracia, que reúne a exjefes de Estado iberoamericanos con una visión compartida. El exsecretario de Asuntos Estratégicos del gobierno de Cambiemos Fulvio Pompeo conversó con Quiroga y lo felicitó por su ingreso a la segunda vuelta electoral. “El factor sorpresa de Paz fue muy fuerte, Tuto la va a tener difícil”, evaluaron desde el equipo de política internacional de Pro, otorgándole-al igual que referentes del Gobierno- mayores chances a Paz en la carrera por llegar a la presidencia del país vecino.
Libertarios y macristas expresaron, no obstante, una preocupación por la gobernabilidad del próximo gobierno, tomando en cuenta que el MAS volverá a ser oposición.