La sorprendente declaración de Michael Douglas cuando se le preguntó por su retiro
KARLOVY VARY.– La matemática puntualidad checa que distingue al Festival de Cine de Karlovy Vary no pudo cumplirse en su segundo día, pero fue por un buen motivo: casi media hora tardó Michael...
KARLOVY VARY.– La matemática puntualidad checa que distingue al Festival de Cine de Karlovy Vary no pudo cumplirse en su segundo día, pero fue por un buen motivo: casi media hora tardó Michael Douglas en aparecer en el escenario del Thermal –sede principal del festival–, porque tanto en ese lugar, donde presentó la impecable versión restaurada de Atrapado sin salida, de Milos Forman –que produjo hace cincuenta años–, como en el encuentro posterior con la prensa, se brindó al saludo de los fans, a las selfies y a la comunicación directa en la cual no esquivó ningún tema.
Douglas habló de la actualidad del cine, de la política en la era Trump, de cuando el cáncer de garganta lo tuvo a maltraer y de los recuerdos de un festival que no pisaba desde un lejano 1998 y que desde la pantalla lo mostraba recibiendo un premio muy distinto en formato al del exquisito Globo de Cristal que ahora corona a las películas en concurso y a las grandes carreras, como la suya. Simpático como pocos, sus primeras palabras frente a una sala repleta hasta los pasillos y que lo ovacionó largamente de pie, fueron: “Llegué hace tan sólo tres horas y ya comí pato y me tomé una pilsener”, dijo sobre la popular cerveza checa.
Vestido informalmente con un saco claro y una remera con la cara de Forman –el director de Atrapado sin salida y Amadeus, y baluarte del cine checo desde sus películas locales Los amores de una rubia y Al fuego, bomberos!–, Douglas recordó agradecido que fue el realizador que miró un guion que, hasta ese momento, a nadie había interesado. “Estábamos profundamente decepcionados porque ningún director nos tomaba en cuenta con el guion y guardaban silencio sobre cómo podían hacerlo. Milos fue el único, él tomó el guion y página por página nos contó cómo lo rodaría”, aseguro sobre el trabajo realizado basado en la obra literaria homónima de Ken Kesey, a la que Forman llegó por recomendación del guionista Lawrence Hauben.
En todas las presentaciones estuvo acompañado por Paul Zaentz, cuyo tío, Saul Zaentz, fue el coproductor de esta película y de otros grandes títulos como Amadeus o El paciente inglés. Y esa fue una de las razones por las cuales destacó la importancia del film de Milos Forman y de una época del cine mismo: “No voy a decir que todo tiempo pasado fue mejor, pero veamos los otros nominados al Oscar con Atrapado sin salida de 1975: Tarde de perros, Tiburón, Barry Lyndon, de Stanley Kubrick, y Nashville, de Robert Altman. Entonces yo pregunto: ¿En qué últimos veinte años hemos tenido un número de películas de esta calidad?”, aseguró Douglas durante su contacto con la prensa para confiar además que en su trabajo en la legendaria serie policial Las calles de San Francisco, junto a Karl Malden, donde dirigió algunos capítulos, aprendió “mucho sobre producción” durante los cuatro años que estuvo allí. “Dejé la serie antes de la quinta temporada. Nadie entendía por qué iba a producir la película, pero me dejaron. Atrapado sin salida fue un éxito rotundo”, añadió.
Tampoco guardó silencio cuando le preguntaron cómo se encontraba Jack Nicholson hoy: “Estamos en contacto aún hoy. Tiene 88 años, pero tiene buena salud, aunque se volvió un poco solitario. Es curioso, porque Marlon Brando, un actor de una generación mayor que él, vivía al lado y también se aisló del mundo en la vejez”.
El actor también se refirió a su posible retiro: “Catherine (Zeta-Jones) tiene muchísimo trabajo y me gusta ser ama de casa, estoy muy feliz interpretando todos los días a la esposa de mi esposa”, declaró, añadiendo que después de 60 años de carrera, donde no paró de trabajar, no quiere terminar “desplomado en el set”, aunque si apareciera un proyecto que lo entusiasmara puede estudiar el regreso frente a cámaras.
“El cáncer en etapa cuatro no es irse de vacaciones”, señaló luego y agradeció haber podido superar la enfermedad allí donde otros no pudieron. Por supuesto, también se refirió al presente político. “La democracia es escasa y vulnerable. Es necesario recordarlo para no olvidarnos de protegerla. Nuestro país está ahora coqueteando con la autocracia, al igual que otros estados democráticos, y espero que los checos, que trabajaron tan duro para lograr la libertad y la independencia, reconozcan lo que está pasando. Esto no es tarea ajena”, indicó.
El festival checo, que culmina el próximo sábado su edición 59, tendrá las visitas de Dakota Johnson, Vicky Krieps y Peter Sarsgaard, entre otras figuras del cine mundial.