Lázaro Báez visitó el hospital de Río Gallegos: sus abogados dicen que tiene riesgo de muerte súbita y piden que deje la cárcel
EL CALAFATE.- Con un buzo polar azul Francia, jeans, zapatillas y las manos esposadas, el empresario Lázaro Báez estuvo el domingo en el Hospital Regional de Río Gallegos, donde le realizaron es...
EL CALAFATE.- Con un buzo polar azul Francia, jeans, zapatillas y las manos esposadas, el empresario Lázaro Báez estuvo el domingo en el Hospital Regional de Río Gallegos, donde le realizaron estudios médicos.
Hace meses que Báez, detenido en la Unidad Penitenciaria 15 de la capital provincial, solicita volver al régimen de prisión domiciliaria con el argumento de que sufre un avanzado deterioro de su salud. Por eso, sus abogados pidieron que le hicieran esta revisión en el hospital.
Según el último informe firmado por un médico de parte, que lo visitó en prisión el 7 de octubre pasado, Báez “se encuentra en estado crítico por insuficiencia cardíaca, con riesgo cierto de muerte súbita”. En las fotos del domingo a las que accedió LA NACION se lo ve caminando y no se advierte su deterioro.
El objetivo del pedido de la defensa era que en el hospital se constatara la gravedad de su patología. Lo acompañó en esos trámites Lucas Nicoletti, parte del staff de abogados que lo defienden.
Pero los representantes legales de Báez dijeron que la revisión del domingo fue superficial e insuficiente. Pidieron, con ese argumento, nuevos estudios.
“El profesional actuante no realizó ni siquiera un electrocardiograma, estudio básico y de carácter obligatorio para la valoración de un paciente con patología cardíaca diagnosticada, lo que configura una omisión médica incompatible con la diligencia profesional exigible en tales casos”, afirma el escrito presentado esta mañana ante el juez de ejecución, Néstor Costabel.
“No está bien, está muy mal de salud”, confían desde su círculo cercano. Su pareja de los últimos años está con un cuadro médico grave en Buenos Aires y no puede viajar a verlo, informaron fuentes cercanas al empresario. Solo recibe visitas esporádicas de sus hijos.
“La situación médica del señor Báez está documentada y los informes fueron puestos a disposición del tribunal. Lo que está en juego hoy no es una estrategia judicial, sino su derecho a la vida y a la salud. En ese marco se pidió la prisión domiciliaria, respaldada en informes médicos y en el marco legal que protege a personas con afecciones que no pueden ser tratadas adecuadamente en prisión”, sostuvo en diálogo con LA NACION su abogada Yanina Nicoletti quien llegó hasta la Cámara de Casación para pedir por la prisión domiciliaria de si defendido.
Ella afirma que no se trata de un beneficio especial para Báez, que en febrero cumplirá 70 años, “sino de una medida legalmente prevista, que se encuentra en estos momentos a consideración del juez federal Néstor Costabel, quien tiene a su cargo resolver la solicitud”.
Los abogados solicitaron la realización inmediata de los estudios cardiológicos al empresario, “incluyendo -como mínimo- electrocardiograma, ecocardiograma y laboratorio completo, en un establecimiento adecuado y bajo supervisión de especialistas independientes”, sostiene el escrito al que accedió LA NACION.
El próximo 17 de octubre se realizará una junta médica en el Cuerpo Médico Forense con informes de diferentes especialistas sobre la salud de Báez.
En un informe médico de julio pasado, firmado por una médica del SPF, se deja constancia de que el paciente ingresó el 11 de junio con diagnóstico de hipertensión, diabetes mellitus y asma. Decía que se encontraba compensado, con medicación, aunque con un cuadro respiratorio.
Según los abogados, Báez empeoró en las últimas semanas, en las que registró diferentes episodios de presión alta, que los llevaron incluso a suspender una audiencia. Ellos sostienen que el pedido de domiciliaria es de carácter urgente. Piden que le permitan regresar a El Calafate, a la casa en la que pasó el último año, con tobillera electrónica. Dicen que Báez se compromete a cumplir todo lo que requiera la prisión domiciliaria.
Días pasados, por error, el Tribunal Oral Penal y Económico 3 notificó a Báez, en la U15 de Río Gallegos, que había quedado firme una condena en su contra de prisión a 3 años y 6 meses de cumplimiento efectivo por una causa penal tributaria.
¿Qué pasó? Aún no está claro, pero la notificación no debió haberse realizado porque un defensor oficial había presentado un recurso de apelación, pero el trámite no había quedo asentado. Finalmente, se suspendió la ejecución de esa condena, a la espera de lo que se resuelva en la apelación.
Mientras tanto, el 23 de octubre los abogados tienen prevista una nueva audiencia para abordar la unificación de condenas en las múltiples causas que tiene el empresario.
La Unidad 15, donde está detenido Báez, es la cárcel que tiene el Servicio Penitenciario Federal en Santa Cruz, un edificio ubicado en el centro de la ciudad y a 150 metros de la casa familiar en la que vivía el empresario.