Pablo Alarcón, sobre la difícil situación que vivió: “Pude haberme muerto”
“Hoy me dan el alta y por fin me voy a mi casa”, le cuenta Pablo Alarcón a LA NACION, con mucha alegría. Y agrega, conmovido: “Gracias a la obra social de Actores que se mantiene en pie má...
“Hoy me dan el alta y por fin me voy a mi casa”, le cuenta Pablo Alarcón a LA NACION, con mucha alegría. Y agrega, conmovido: “Gracias a la obra social de Actores que se mantiene en pie más allá de los problemas que hay, y al doctor Zimmerman del IMAC (Instituto Médico de Alta Complejidad) que me sacó adelante con gran pericia. Estoy como si nada hubiera sucedido”.
Luego da más detalles sobre el accidente que vivió la semana pasada revelando la gravedad del episodio: “Mientras manejaba me desvanecí por falta de pulsaciones; sentí que me iba de cabeza, intenté frenar, pero no llegué a hacerlo. Ahora me doy cuenta de que me podría haber muerto, y, sin embargo, estoy programando el próximo fin de semana en la provincia de La Pampa con la obra que hacemos con Claribel (Medina) y que se llama Es complicado". Horas antes de ser dado de alta de la clínica, el actor se mostró optimista: “Estoy bien y me siento muy bien. Estoy ansioso por volver a casa”, afirmó.
El incidente ocurrió el pasado 22 de julio cuando Alarcón sufrió un desmayo mientras conducía y chocó con otros dos vehículos estacionados. Desde entonces, permaneció internado para someterse a una serie de estudios que derivaron en la necesidad de colocarle un marcapasos.
“Sufrí un síncope mientras manejaba... Un desmayo espontáneo. Me dormí y me desmayé”, contó en ese momento. El martes pasado, luego de curarle una neumonía, le colocaron un marcapasos. “La operación duró una hora y media más o menos, y fue con anestesia general. Y la verdad es que me siento bárbaro como si no hubiese pasado nada... Me dijeron que el marcapasos sirve para cuando te bajan la frecuencia cardíaca. Es como un bolsillo chiquito que te ponen en el pecho y emite pulsaciones”.
Un susto, tras otroEl actor ya tuvo otros episodios cardíacos. Hace un año Alarcón también estuvo internado en el IMAC, pero esa vez fue por dos meses y medio, ya que luego de sufrir una neumonía debió someterse a una cirugía a corazón abierto. En esa oportunidad le había contado a LA NACION: “Un día me caí en la calle. Nunca en mi vida me había pasado. No me tropecé, sino que estaba al lado de un árbol, me faltaron las fuerzas y me dejé caer, sentado. Me socorrieron los vecinos, me sentaron sobre una maceta, recuperé fuerzas y regresé a casa; estaba a dos cuadras… me di cuenta de que era algo respiratorio, fui al médico, me dijeron que era una gripe fuerte y que hiciera reposo. Volví a casa y esa noche me sentí muy mal, llamé a una ambulancia y me llevaron al Tornú y me atendieron muy bien.
Y había sumado: “Me dijeron que tenía una neumonía y algo más. Me fui al IMAC, que es una clínica que tiene la obra social de Actores y es la que tengo; la elegí cuando me jubilé. Es una clínica buena y muy completa; ya había estado internado una vez ahí. Me dijeron que tenía un problema en el corazón. Había tenido un episodio hace como diez años y tenía stents…. Y me operaron. Pero primero tuvo que pasar la neumonía para poder operarme a corazón abierto y después se complicó con un virus intrahospitalario".
Esa vez, se vio en una situación tan complicada de salud, que sintió que era la última. “Pensé que quedaba ahí porque fue una operación a corazón abierto y me dije ‘a lo mejor todo termina acá. Hablé con mis hijas, Antonella y Agostina, con la madre, les dije dónde estaban los papeles, las llaves del auto, de la casa. Pensé que no la contaba y acá estoy´. Me despedí y me sentí acompañado por ellas y por mis amigos. Antonella, mi hija mayor, me visitaba todos los días y Agostina, mi hija menor, vino de Miami, que es la ciudad en la que vive. Yo no quería que venga porque pensaba que iba a verme morir y para qué, pero quiso venir y me hizo bien. Venían las tres todos los días a verme. Estuve en coma unas pocas horas. Me dijeron que tenía muy buena recuperación porque hay gente que está dos o tres días. ‘Sos un Superman’, me dijeron”, contó en ese momento.