Se llevaban mal en la película, peor en la vida real pero hicieron un éxito: la pareja que arrasó por única vez
En Kramer vs. Kramer, Ted y Joanna Kramer luchan en pantalla por la custodia de su hijo tras un amargo divorcio. La ausencia de química romántica entre los personajes resulta perfectamente compre...
En Kramer vs. Kramer, Ted y Joanna Kramer luchan en pantalla por la custodia de su hijo tras un amargo divorcio. La ausencia de química romántica entre los personajes resulta perfectamente comprensible: se trata de una expareja que se enfrenta en los tribunales. Sin embargo, lo que el público no sabía en 1979 era que la frialdad entre Dustin Hoffman y Meryl Streep no se trataba solo actuación.
Detrás de las cámaras, los dos protagonizaron su propia batalla personal. Los métodos agresivos de actuación de Hoffman, que incluían violencia física no autorizada y ataques psicológicos deliberados, transformaron el set en un campo de guerra emocional.
Una joven promesa frente a una estrella consagradaMeryl Streep tenía 29 años cuando fue elegida para interpretar a Joanna Kramer. Era prácticamente una desconocida en Hollywood, con solo unos pocos créditos cinematográficos en su haber. Esta era su primera película importante.
Por el contrario, Dustin Hoffman, a los 42 años, se encontraba en la cúspide de su carrera tras el éxito de El Graduado, Cowboy de Medianoche y Todos los hombres del presidente. La diferencia de estatus profesional estableció desde el primer momento una dinámica de poder desequilibrada.
Hoffman, reconocido por su intenso método de actuación, había desarrollado una reputación de ser extremadamente exigente en el set. Esta característica se intensificaría durante la producción de la película.
El primer día que marcó el tonoEl incidente más comentado ocurrió durante las primeras jornadas de filmación. Según testimonios recogidos en la biografía Her Again: Becoming Meryl Streep de Michael Schulman, Hoffman abofeteó a Streep sin previo aviso durante una escena.
"Quiero a mi hijo": la escena quiebre en Kramer vs KramerEl director Robert Benton escuchó la cachetada y vio a Meryl salir corriendo al pasillo. “Estamos muertos”, pensó. “La película está muerta. Nos va a presentar ante el Sindicato de Actores”, imaginó.
Sin embargo, Streep mantuvo su profesionalismo y continuó con la actuación. Años más tarde, en 2018, en una entrevista con The New York Times, la actriz confirmó el incidente. “Era mi primera película y era mi primera toma, y él simplemente me abofeteó. Y se ve en la película. Fue una extralimitación”, declaró.
El dolor personal como herramienta de actuaciónUno de los episodios más perturbadores involucra el uso que Hoffman hizo de la tragedia personal de Streep para provocar emociones en sus interpretaciones. La actriz había perdido a su novio, John Cazale, apenas unos meses antes del rodaje debido a un cáncer de pulmón.
Hoffman conocía esta información y decidió utilizarla como herramienta de actuación. Según el productor Richard Fischoff, Hoffman “la provocaba, usaba lo que sabía sobre su vida personal y sobre John para obtener la respuesta que creía que debía dar en la actuación”.
En una ocasión, antes de una escena crucial en el tribunal, Hoffman le susurró el nombre de Cazale al oído. Durante otra secuencia, se burló de ella con comentarios sobre el cáncer y la muerte de su novio. El productor describió estas acciones como una estrategia deliberada para obtener reacciones emocionales auténticas de Streep, sin importar el costo personal para la actriz.
Violencia improvisada en el setLos episodios de violencia física no se limitaron a la bofetada inicial. Durante la filmación de una escena en un restaurante, Hoffman decidió improvisar nuevamente sin avisar a Streep ni al equipo: golpeó una copa de vino contra la pared. Los fragmentos de vidrio volaron hacia Streep, quien saltó de su silla, auténticamente sorprendida y asustada. Algunos pedazos de vidrio terminaron en su pelo.
Después del incidente, Streep le dijo claramente: “La próxima vez que hagas eso, te agradecería que me avisaras”. La cámara captó todo y la reacción genuina de shock de la actriz se mantuvo en la película final.
El método de Hoffman llevado al extremoDustin Hoffman era conocido por ser un practicante del método Stanislavski, pero en Kramer vs. Kramer llevó estas técnicas a extremos preocupantes. El actor permanecía en personaje entre tomas, lo que creaba un ambiente tenso para todo el equipo de producción.
Su comportamiento también afectó a otros miembros del reparto. Con el pequeño Justin Henry, quien interpretaba a Billy (el hijo en disputa), Hoffman utilizaba tácticas psicológicas para obtener reacciones emocionales auténticas.
Le decía al niño que imaginara perder a su perro o le explicaba que las familias de cine eran temporales y que probablemente nunca volvería a ver a sus amigos del set.
La respuesta profesional de StreepA pesar de los abusos, Meryl Streep mantuvo una actitud profesional notable. El director Robert Benton comentó: “Nunca vi un solo momento de emoción en ella, excepto durante la actuación”.
“Para ella, la película era un trabajo, no un campo minado psicológico”, agregó el director. La actriz también logró influir creativamente en la película: escribió su propio discurso para la escena del tribunal, para transformar al personaje de Joanna de una villana unidimensional en una mujer compleja y vulnerable. Cuando Benton le pidió que reescribiera el diálogo, Streep entregó un texto que el director describió como “maravilloso”.
Esta contribución creativa demostró que, a pesar de las adversidades, Streep mantenía su compromiso artístico con el proyecto.
Las consecuencias a largo plazoLa experiencia traumática sirvió como catalizador para que Streep desarrollara mecanismos de protección profesional que la acompañarían durante el resto de su carrera. Aprendió a establecer límites claros con sus compañeros de reparto y a exigir el respeto que merece como artista.
Hoffman, por su parte, atravesaba su propio divorcio en la vida real durante el rodaje, lo que complicó aún más la dinámica en el set. En 2012, durante un evento de BAFTA, lloró en el escenario mientras hablaba de la película.
“Me estaba divorciando, había estado de fiesta con drogas y eso me agotó en todos los sentidos”, rememoró Hoffman. Esta revelación ayudó a explicar, aunque no justificar, su comportamiento agresivo durante el rodaje.
El éxito que eclipsó los problemasEstas tensiones reales entre los actores contribuyeron a la autenticidad de sus interpretaciones en pantalla. La química tóxica entre Ted y Joanna Kramer reflejaba fielmente los conflictos que experimentaban Hoffman y Streep durante el rodaje.
La película se convirtió en un éxito rotundo, recaudó más de 173 millones de dólares a nivel mundial y ganó cinco premios Oscar. Estos incluían los de Mejor Actor para Hoffman y Mejor Actriz de Reparto para Streep.
Sin embargo, el triunfo profesional no logró sanar las heridas personales entre ambos intérpretes. Nunca volvieron a trabajar juntos en otra película.
Reconciliación tardíaEn años posteriores, tanto Hoffman como Streep reflexionaron sobre aquella experiencia. En 2020, durante una aparición en Friday Night with Jonathan Ross, Streep declaró: “Todo está perdonado y realmente lo amo y creo que es un actor increíble, sí, pero ese día estaba muy enojada”.
Hoffman se disculpó públicamente por su comportamiento: “Tengo el máximo respeto por las mujeres y me siento terrible porque cualquier cosa que hice que la haya puesto en una situación incómoda. Lo siento. No refleja quién soy”.